miércoles, 8 de enero de 2014

Cuestión de tiempo

Cuento inventado nueve


Tic-tac, tic-tac, tic-tac... Han pasado tres segundos más. Y no los puedo guardar...

Trato de agarrarlos con las manos, así, ¿ves? Tic-tac, tic-tac, tic-tac...

No puedo de ningún modo: se me van todos de las manos. Tic-tac, tic-tac, tic-tac... Se me escapan.

Ya ves. El tiempo pasa y no lo puedo recuperar.

Y la vida pasa con el tiempo. Mis días son los "tic" y mis noches son los "tac".

Con la facilidad de quien dice "te amo", me acaban de pasar otro día y otra noche, que ya no volveré a vivir.

¿Puede alguien cerrar el grifo?

¿Es que no puedo ni contemplar el tiempo que vivo y que es mío?

Un día me voy a enfadar, y ya veréis...Tic-tac, tic-tac, tic-tac...

¿Sabes qué? Creo que es muy mala suerte tener que gastar tiempo hagamos lo que hagamos. La gente, para cualquier cosa, NECESITAMOS tiempo.

Si pienso, el tiempo pasa.
Si olvido, el tiempo pasa.
Tic-tac, tic-tac, tic-tac...
Si hablo, trabajo o descanso, el tiempo pasa.
Y no puedo recuperar el tiempo.

Tic-tac, tic-tac, tic-tac...

¿Sabes qué mas? Me pasa por la cabeza no hacer nada.

¡CLARO!
Si haciendo cosas pasa el tiempo, no haciéndolas no debe de pasar el tiempo. ¿Verdad?

Pues eso. No voy a hacer nada...
Tic-tac, tic-tac, tic-tac...

¿Todavía pasa el tiempo? Y más rápido... ¡¡¡Pero si no estoy haciendo nada!!!

No puedo librarme del tiempo. Siempre pasa. A pesar de no hacer nada. 

Me puse a llorar de rabia. Y ni con esas...
Nadie me devuelve el tiempo perdido.

Tic-tac, tic-tac, tic-tac...

¡¡¿QUERÉIS HACER EL FAVOR DE PARAR EL TIEMPO?!!  

Ya está: la culpa la tiene el reloj.

¡Crunch!, ¡bang!, ¡plof! 

Me he cargado el reloj. Lo he pisado hasta romperlo y seguro que he conseguido parar el tiempo.

Tic-tac, tic-tac, tic-tac...

¿Y ahora, de dónde sale este tic-tac?

¿Sale de mi interior?

¡No puede ser! ¡Eso es un disparate!

¡¡¿ES QUE VOY A TENER QUE PISARME A MÍ MISMO?!!

Riiiing, riiing!  Riiiing, riiing! (el teléfono)

¿Quién es?

Tic-tac, tic-tac, tic-tac...

¡Ah! ¡Muy bien! Muy feliz de oirte... mmmm.... Ya veo... Bueno, pues no hay nada que agradecer. Solo fue cosa de diez minutos... 

¿Cómo? ¿Que a tí te representaron cuatro horas?

Bueno, pues, de verdad, de nada... Ya nos vemos pronto. 

Un saludo.

Era mi amigo Pablo. Dice que el otro día, cuando le llevé en mi coche al aeropuerto, le facilité mucho la tarea y que le permití ganar un tiempo muy valioso.

Pablo es médico y dice que ese día pudo atender a cinco enfermos que necesitaban su ayuda aquella tarde.

Cuatro horas, divididas entre las cinco personas sonnn... 48 minutos por persona... ¡¡CUARENTA Y OCHO MINUTOS!!

O sea, que mis DIEZ minutos de ayuda a Pablo le hicieron ganar 48 minutos a cuatro personas...

Tiiiiiiic-taaaaac, tiiiiiiic-taaaaaac, tiiiiiiiiiiiic-taaaaaaaaac...

¿Oyes? El tiempo se detiene.

El tiempo alcanza para más cosas... El tiempo se multiplica...

¿¿¿¿EL TIEMPO SE MULTIPLICA CUANDO SE LO DAS A LOS DEMÁS????


¡La respuesta es SÍ!

No hay comentarios:

Publicar un comentario